Medicinas producidas en plantas

El medicamento experimental contra el ébola ZMapp se produce de una forma poco común: en plantas de tabaco. Aunque actualmente hay pocos medicamentos que se fabriquen en plantas, se trata de un área de investigación en auge, pues las «plantas-farmacia» podrían hacer llegar medicamentos baratos y fácilmente disponibles a los países menos desarrollados.

Por Marta Renato. Investigación y Ciencia


Los proyectos de investigación para producir medicamentos en plantas se centran en proteínas biofarmacéuticas, principalmente anticuerpos que se pueden suministrar como tratamiento para infecciones y también proteínas para vacunas que inmunicen contra virus y bacterias. Actualmente, la mayor parte de estas proteínas biofarmacéuticas se fabrican en cultivos celulares (células de mamíferos o bacterias), pero la producción en plantas presentaría muchas ventajas:

1. Se pueden producir de forma fácil y económica: las instalaciones que requieren son poco técnicas y los materiales son baratos. En muchos casos sólo hace falta sembrar las plantas productoras en unos invernaderos.

2. Los procesos de purificación del medicamento son más sencillos, y en el caso de algunas vacunas orales sólo haría falta una purificación parcial.

3. La formación del personal es poco especializada.

4. Se puede producir gran cantidad de medicamento en un tiempo corto (semanas o pocos meses).

Por todas estas ventajas, es un medio ideal para la producción y distribución de medicamentos contraenfermedades emergentes tropicales, como la tuberculosis, la hepatitis B, la rabia, la diarrea, la malaria y el ébola. Hoy en día hay muchos proyectos de investigación en marcha en todo el mundo enfocados a obtener estas plantas.

Para crear estas «plantas-farmacia» se pueden seguir dos estrategias:

A) Introducir el gen con la información para producir el medicamento en el genoma de la planta, obteniendo así plantas transgénicas. En este caso se distribuirían las semillas de estas plantas para que fueran plantadas en el lugar y el momento en que se necesiten.

B) Construir virus artificiales de plantas, añadiéndoles la información para producir el medicamento. En este caso se distribuiría este virus (totalmente inocuo para los humanos), y en el caso de que se diera un brote de la enfermedad, se procedería a sembrar e infectar las plantas para que produzcan el medicamento.

El ZMapp consiste en un anticuerpo producido siguiendo esta última estrategia. Si llega a comercializarse será posible fabricar el medicamento rápidamente (en pocos meses) y en grandes cantidades.

Los biotecnólogos trabajan con virus de plantas (como el geminivirus y el virus del mosaico del tabaco) porque tienen genomas pequeños y son fáciles de manipular. Estos virus se modifican genéticamente y se les añade la información necesaria para producir el anticuerpo o la vacuna. Igual que pasa con los virus naturales, cuando infectan a una planta obligan a las células vegetales a fabricar copias de sus componentes para replicarse, que luego se ensamblan y se crean muchas copias del virus, las cuales infectarán a nuevas células. Pero como los virus modificados tienen información para crear el medicamento, junto con estas copias del viruslas células vegetales producen también grandes cantidades de la proteína farmacéutica. Por último, sólo hace falta recolectar las plantas infectadas que han producido el medicamento y extraerlo.

Para prevenir una dispersión no regulada del virus, en muchas ocasiones también se eliminan sus genes que permitirían que fuera transmitido de planta a planta de forma no controlada, como por ejemplo a través de insectos. Así se garantiza que estos medicamentos producidos en plantas sean seguros y se puedan distribuir con facilidad.

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